El Schwannoma vestibular-Neurinoma del acústico no se considera hereditario en la mayoría de los casos. Sin embargo, existen algunos casos raros en los que se ha observado una predisposición genética. Estos casos representan menos del 5% de todos los casos de Schwannoma vestibular-Neurinoma del acústico. La mayoría de los casos son esporádicos y no están asociados con una predisposición genética hereditaria.
El Schwannoma vestibular, también conocido como neurinoma del acústico, es un tumor benigno que se desarrolla en el nervio vestibular, que es responsable de la audición y el equilibrio. Aunque no se ha establecido una causa exacta para este tipo de tumor, la evidencia sugiere que no es hereditario en la mayoría de los casos.
La mayoría de los schwannomas vestibulares son esporádicos, lo que significa que ocurren de forma aleatoria y no se transmiten de generación en generación. Estos tumores generalmente se desarrollan debido a mutaciones genéticas adquiridas durante la vida de una persona, en lugar de ser el resultado de mutaciones heredadas.
Sin embargo, existen casos raros en los que el Schwannoma vestibular puede ser hereditario. Estos casos se conocen como neurofibromatosis tipo 2 (NF2), una enfermedad genética rara que se caracteriza por el desarrollo de tumores en el sistema nervioso central, incluido el nervio vestibular. La NF2 es causada por mutaciones en el gen NF2 y se hereda de manera autosómica dominante, lo que significa que un solo gen mutado es suficiente para desarrollar la enfermedad.
En los casos de NF2, los individuos tienen una probabilidad del 50% de heredar la mutación genética de uno de sus padres afectados. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas con NF2 desarrollarán un schwannoma vestibular, y la gravedad de la enfermedad puede variar ampliamente entre los afectados.
En resumen, en la mayoría de los casos, el Schwannoma vestibular no es hereditario y ocurre de forma esporádica debido a mutaciones genéticas adquiridas. Sin embargo, en casos raros, puede estar asociado con la neurofibromatosis tipo 2, una enfermedad genética hereditaria. Es importante consultar a un médico especialista para obtener un diagnóstico preciso y determinar si existe una predisposición genética en casos individuales.