El Schwannoma vestibular, también conocido como neurinoma del acústico, es un tumor benigno que se origina en las células de Schwann en el nervio vestibular, que es responsable de la audición y el equilibrio. En los últimos años, ha habido avances significativos en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
En cuanto al diagnóstico, la resonancia magnética (RM) es la técnica de imagen más utilizada para detectar y evaluar los schwannomas vestibulares. Los avances en la tecnología de RM han permitido una detección más temprana y precisa de estos tumores. Además, se han desarrollado técnicas de imagen avanzadas, como la resonancia magnética funcional y la resonancia magnética de difusión, que proporcionan información adicional sobre la función del nervio vestibular y la microestructura del tumor.
En términos de tratamiento, la cirugía sigue siendo el enfoque principal para el manejo de los schwannomas vestibulares. Sin embargo, en los últimos años, se ha producido un cambio hacia enfoques menos invasivos, como la cirugía endoscópica y la radiocirugía estereotáctica. Estos enfoques tienen la ventaja de ser menos traumáticos y permitir una recuperación más rápida. Además, se ha observado que la radiocirugía estereotáctica, que utiliza radiación de alta precisión para destruir el tumor, puede ser una opción efectiva para tumores pequeños o en pacientes que no son candidatos para cirugía.
En cuanto a la investigación, se están llevando a cabo estudios para comprender mejor la biología de los schwannomas vestibulares y desarrollar terapias dirigidas específicas. Se han identificado varias mutaciones genéticas asociadas con el desarrollo de estos tumores, lo que ha llevado a la exploración de terapias dirigidas a estas mutaciones. Además, se están investigando nuevas técnicas de imagen, como la resonancia magnética molecular, que podrían mejorar aún más la detección y caracterización de los schwannomas vestibulares.
En resumen, los últimos avances en el diagnóstico y tratamiento del schwannoma vestibular han permitido una detección más temprana y precisa, así como enfoques menos invasivos para el tratamiento. Además, la investigación en la biología de estos tumores y el desarrollo de terapias dirigidas prometen mejorar aún más el manejo de esta enfermedad en el futuro.