El Desorden del Procesamiento Sensorial (DPS) es una condición neurológica que afecta la forma en que el cerebro procesa la información sensorial, como el tacto, el sonido, la vista y el equilibrio. Aunque no se conoce la causa exacta del DPS, se cree que hay varios factores que pueden contribuir a su desarrollo.
Una de las posibles causas del DPS es la genética. Se ha observado que el trastorno tiende a ser hereditario, lo que sugiere que puede haber una predisposición genética a desarrollar DPS. Sin embargo, aún no se ha identificado un gen específico relacionado con esta condición, lo que indica que puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos.
Además, se ha sugerido que los factores ambientales pueden desempeñar un papel en el desarrollo del DPS. Exposiciones tempranas a sustancias tóxicas o a ciertos medicamentos durante el embarazo pueden afectar el desarrollo del sistema nervioso y contribuir a la aparición del DPS. Asimismo, la falta de estimulación sensorial adecuada durante la infancia puede influir en el desarrollo de habilidades sensoriales y contribuir al DPS.
Otro factor que se ha asociado con el DPS es la prematuridad. Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas en el procesamiento sensorial debido a la inmadurez de su sistema nervioso central. La exposición a estímulos sensoriales intensos en las unidades de cuidados intensivos neonatales también puede contribuir al desarrollo del DPS en estos bebés.
Además, se ha observado que los trastornos del procesamiento sensorial están presentes con mayor frecuencia en personas con ciertas condiciones médicas, como el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad y el trastorno del desarrollo del lenguaje. Estas condiciones pueden afectar la forma en que el cerebro procesa la información sensorial y aumentar la probabilidad de desarrollar DPS.
En resumen, aunque no se conoce la causa exacta del Desorden del Procesamiento Sensorial, se cree que factores genéticos, ambientales y médicos pueden contribuir a su desarrollo. La comprensión de estas posibles causas es fundamental para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de esta condición, y para proporcionar un mejor apoyo a las personas que viven con DPS.