El Síndrome de Stevens-Johnson (SSJ) es una enfermedad rara y grave que afecta principalmente a la piel y las membranas mucosas. Se caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas y ampollas en todo el cuerpo, así como por síntomas sistémicos que pueden afectar diversos órganos. Aunque es una afección poco común, es importante conocer sus síntomas para poder identificarla a tiempo y buscar atención médica de emergencia.
Uno de los primeros signos del SSJ es la aparición de fiebre inexplicada, generalmente acompañada de malestar general y síntomas similares a los de la gripe, como dolor de cabeza, dolor muscular y fatiga. A medida que la enfermedad progresa, se desarrollan lesiones cutáneas que pueden comenzar como manchas rojas o moradas que se extienden rápidamente y se convierten en ampollas. Estas lesiones suelen ser dolorosas y pueden afectar cualquier parte del cuerpo, incluyendo la boca, los ojos, los genitales y el tracto gastrointestinal.
En el caso de las mucosas, los síntomas pueden incluir dolor, enrojecimiento y ampollas en los labios, la boca, la garganta y los genitales. Estas lesiones pueden dificultar la alimentación y la deglución, así como causar dolor intenso durante la micción. Además, los pacientes con SSJ pueden experimentar conjuntivitis, enrojecimiento y sensibilidad extrema en los ojos, lo que puede llevar a una disminución de la visión e incluso a la ceguera si no se trata adecuadamente.
Otros síntomas del SSJ pueden incluir inflamación de los ganglios linfáticos, dolor en las articulaciones, diarrea, vómitos y dificultad para respirar. En casos graves, la enfermedad puede afectar órganos internos como el hígado, los riñones, el corazón y los pulmones, lo que puede llevar a complicaciones potencialmente mortales.
Es importante destacar que el SSJ es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Si se presentan síntomas sospechosos, es fundamental buscar atención médica de urgencia para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. El SSJ puede ser causado por diversas causas, como reacciones a medicamentos, infecciones virales o bacterianas, o enfermedades autoinmunes, por lo que es esencial identificar la causa subyacente para evitar futuros episodios.
En resumen, el Síndrome de Stevens-Johnson es una enfermedad grave que se caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas y ampollas en todo el cuerpo, así como por síntomas sistémicos que pueden afectar diversos órganos. Los síntomas incluyen fiebre, malestar general, lesiones cutáneas, ampollas en las mucosas, conjuntivitis, dolor en las articulaciones y dificultad para respirar. Ante la presencia de estos síntomas, es fundamental buscar atención médica de emergencia para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.