La Panencefalitis esclerosante subaguda (PES) no se considera una enfermedad hereditaria. No existe evidencia de que se transmita de padres a hijos a través de los genes. La PES es causada por una infección persistente del virus del sarampión en el cerebro, que puede ocurrir años después de haber tenido sarampión. Aunque la PES es una enfermedad rara, es importante vacunarse contra el sarampión para prevenir tanto la enfermedad inicial como posibles complicaciones a largo plazo como la PES.
La Panencefalitis esclerosante subaguda (PES) es una enfermedad rara y devastadora del sistema nervioso central que afecta principalmente a niños y adolescentes. Aunque se ha demostrado que la enfermedad tiene un componente genético, no se considera hereditaria en el sentido tradicional.
La PES está causada por una infección persistente del virus del sarampión en el cerebro. Se cree que ciertas variaciones genéticas pueden predisponer a algunas personas a desarrollar la enfermedad, pero no se ha identificado un patrón de herencia claro. En la mayoría de los casos, los individuos afectados no tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
Las investigaciones sugieren que ciertos genes relacionados con el sistema inmunológico y la respuesta a las infecciones podrían estar involucrados en la susceptibilidad a la PES. Sin embargo, la interacción entre estos genes y otros factores ambientales aún no se comprende completamente.
Es importante destacar que el virus del sarampión es altamente contagioso y se propaga a través del contacto directo con las secreciones respiratorias de una persona infectada. Por lo tanto, la exposición al virus es un factor de riesgo importante para desarrollar la enfermedad, pero no implica necesariamente una predisposición genética.
En resumen, aunque la PES tiene un componente genético, no se considera una enfermedad hereditaria en el sentido tradicional. La interacción entre factores genéticos y ambientales, como la exposición al virus del sarampión, parece desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad. Es importante continuar investigando para comprender mejor los mecanismos subyacentes de la PES y desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más efectivas.