La Tirosinemia tipo 2, también conocida como tirosinemia oculocutánea, es una enfermedad genética rara que afecta el metabolismo de la tirosina, un aminoácido esencial. Esta enfermedad se debe a la deficiencia de una enzima llamada tirosina aminotransferasa (TAT), que es responsable de convertir la tirosina en otro aminoácido llamado ácido aminolevulínico.
La causa de la Tirosinemia tipo 2 es hereditaria y se debe a mutaciones en el gen TAT. Estas mutaciones pueden ser transmitidas de forma autosómica recesiva, lo que significa que ambos padres deben ser portadores del gen mutado para que su descendencia desarrolle la enfermedad. Si ambos padres son portadores, cada hijo tiene un 25% de probabilidad de heredar la enfermedad.
Las mutaciones en el gen TAT afectan la producción de la enzima TAT, lo que lleva a una acumulación de tirosina y sus metabolitos en el cuerpo. Esta acumulación tóxica puede causar daño en varios órganos y tejidos, especialmente en el hígado, los ojos y la piel.
El hígado es uno de los órganos más afectados en la Tirosinemia tipo 2. La acumulación de tirosina y sus metabolitos en el hígado puede causar daño hepático, inflamación y cicatrización. Esto puede llevar a una disfunción hepática grave, como cirrosis y hepatocarcinoma.
Los ojos también se ven afectados en la Tirosinemia tipo 2. La acumulación de tirosina y sus metabolitos en los tejidos oculares puede causar una serie de problemas oculares, como fotofobia, lagrimeo excesivo, queratitis y cataratas. Estos problemas pueden afectar la visión y, en casos graves, pueden llevar a la ceguera.
Además, la acumulación de tirosina en la piel puede causar lesiones cutáneas características en la Tirosinemia tipo 2. Estas lesiones pueden incluir ampollas, úlceras y cambios en la pigmentación de la piel.
En resumen, la Tirosinemia tipo 2 es causada por mutaciones en el gen TAT, que resultan en una deficiencia de la enzima TAT. Esta deficiencia conduce a una acumulación tóxica de tirosina y sus metabolitos en el cuerpo, lo que causa daño en varios órganos y tejidos, especialmente en el hígado, los ojos y la piel. El conocimiento de estas causas es fundamental para el diagnóstico y tratamiento adecuados de esta enfermedad genética rara.