La prevalencia de la Queratoconjuntivitis vernal varía en diferentes regiones del mundo. En general, se considera una enfermedad rara, afectando a menos del 1% de la población. Sin embargo, en áreas con climas cálidos y secos, como el Mediterráneo y el Medio Oriente, la prevalencia puede ser más alta, llegando hasta el 3-5% en algunos casos. Esta condición inflamatoria crónica afecta principalmente a niños y adolescentes, especialmente aquellos con antecedentes de alergias. Es importante destacar que la prevalencia exacta puede variar según los estudios y la población estudiada.
La Queratoconjuntivitis vernal (QCV) es una enfermedad ocular crónica que afecta principalmente a niños y adolescentes. Se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva y la córnea, lo que provoca síntomas como picazón, enrojecimiento, lagrimeo excesivo y sensación de cuerpo extraño en los ojos.
La prevalencia de la QCV varía según la región geográfica y la población estudiada. En general, se estima que afecta aproximadamente al 1-3% de la población pediátrica en todo el mundo. Sin embargo, en algunas áreas con condiciones climáticas específicas, como zonas tropicales y subtropicales, la prevalencia puede ser mucho mayor.
En países como India y África, donde las condiciones climáticas son propicias para el desarrollo de la enfermedad, se ha informado una prevalencia de hasta el 20% en algunas poblaciones. En contraste, en regiones más frías como Europa del Norte, la prevalencia es mucho menor, alrededor del 0.1-0.5%.
La QCV afecta con mayor frecuencia a niños y adolescentes, con un pico de incidencia entre los 5 y 20 años de edad. Se ha observado una ligera predominancia en hombres en comparación con las mujeres.
Es importante destacar que la QCV es una enfermedad crónica y recurrente, lo que significa que los pacientes pueden experimentar episodios de exacerbación de los síntomas seguidos de períodos de remisión. Estos episodios pueden durar semanas o meses y pueden afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes, ya que los síntomas pueden ser debilitantes y afectar su capacidad para realizar actividades diarias.
En conclusión, la prevalencia de la Queratoconjuntivitis vernal varía según la región geográfica y la población estudiada, pero se estima que afecta aproximadamente al 1-3% de la población pediátrica a nivel mundial. Es una enfermedad crónica y recurrente que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes.