La Queratoconjuntivitis vernal (QCV) es una enfermedad ocular crónica que afecta principalmente a niños y adolescentes. Se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva y la córnea, lo que provoca una serie de síntomas incómodos y molestos para quienes la padecen.
Uno de los síntomas más comunes de la QCV es la picazón intensa en los ojos. Los pacientes suelen experimentar una sensación de ardor y comezón que puede ser muy difícil de resistir. Esta picazón puede ser tan intensa que los pacientes se frotan los ojos constantemente, lo que puede empeorar la inflamación y causar daño adicional.
Además de la picazón, la QCV también se caracteriza por la presencia de secreción ocular. Los pacientes pueden experimentar una secreción acuosa o mucosa que puede ser pegajosa y dificultar la visión. Esta secreción puede acumularse en las pestañas y formar costras, lo que puede resultar en una sensación de arenilla en los ojos.
Otro síntoma común de la QCV es la sensibilidad a la luz, conocida como fotofobia. Los pacientes pueden experimentar molestias y dolor en los ojos cuando están expuestos a la luz brillante, lo que puede dificultar actividades cotidianas como leer, mirar televisión o estar al aire libre en días soleados.
La visión borrosa también es un síntoma frecuente de la QCV. La inflamación de la córnea puede causar cambios en la forma y la curvatura de la misma, lo que afecta la capacidad del ojo para enfocar correctamente. Esto puede resultar en una visión borrosa o distorsionada, lo que dificulta la realización de tareas que requieren una visión nítida, como leer o conducir.
Además de estos síntomas oculares, la QCV también puede causar síntomas sistémicos. Algunos pacientes pueden experimentar fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse debido a la incomodidad y la falta de sueño causada por los síntomas oculares. También se ha observado que algunos pacientes presentan síntomas alérgicos adicionales, como estornudos, congestión nasal y picazón en la piel.
Es importante destacar que los síntomas de la QCV pueden variar en intensidad y duración. Algunos pacientes pueden experimentar síntomas leves y ocasionales, mientras que otros pueden tener síntomas más graves y persistentes. Además, los síntomas pueden empeorar durante ciertas épocas del año, como la primavera, cuando hay un aumento en la cantidad de alérgenos en el aire.
Si sospechas que puedes tener Queratoconjuntivitis vernal, es importante que consultes a un oftalmólogo para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado. El médico realizará un examen ocular completo y puede solicitar pruebas adicionales, como análisis de laboratorio, para descartar otras enfermedades oculares.
En resumen, los síntomas de la Queratoconjuntivitis vernal incluyen picazón intensa en los ojos, secreción ocular, sensibilidad a la luz, visión borrosa y posibles síntomas sistémicos. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.