¿Que cambió?
Qué cambió?, cómo?
El día que todo cambió habia amanecido como cualquier otro día. Se acercaba la primavera, un sol expléndido entraba por los finos cristales de las ventanas y nada más levantarme supe que todo iba a ser diferente. Muy atrás iban a quedar aquellos años en los que la losa me acompañaba cada minuto del día, en los que tenía que vivir en una jaula dorada.