Mi Angel se llama Pedro, tiene 7 años y es mellizo, según nosotros su hermano ha sido fundamental en el desarrollo de su enfermedad, a Pedrito le diagnosticaron el síndrome aprox. a los 4 años, él es un niño muy feliz que vino a nuestras vidas a darnos la fuerza y la razón de ser no solo de su padre sino a todos quienes le rodeamos y constituimos su red de apoyo. Pedrito es un afortunado pues él camina corre, baila y salta, no sin dificultades, duerme en promedio 7 horas y tiene alrededor de 10 palabras y muchos otros sonidos con los que se comunica bastante, es un torbellino todo el día grita, se comería un supermercado si lo dejáramos, él va a un colegio especial desde hace 2 años, antes fue a un jardín desde los tres meses y entiende muchas cosas, le encanta hojear libros y revistas y ama los perros, el agua y siempre quiere que la atención esté centrada en él, no es fácil, sin embargo creo que en torno a él nuestra familia se ha visto fortalecida. Para mí ha sido un renacer, jamás me imaginé que pudiera existir un ser que pudiéramos amar de esta forma y que con solo mirarte te transmitiera tanto amor, creo que ser su abuela es lo mejor que me ha pasado.
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