La bartolinitis es una enfermedad que afecta las glándulas de Bartolino, ubicadas en la entrada de la vagina. Para diagnosticarla, el médico realizará una evaluación clínica y recopilará información sobre los síntomas y antecedentes médicos de la paciente.
Durante la evaluación, el médico realizará un examen físico para detectar signos de inflamación en la zona afectada. También puede realizar una palpación para determinar si hay un absceso presente. Además, puede solicitar pruebas adicionales, como un cultivo de la secreción vaginal, para identificar la bacteria responsable de la infección.
El cultivo de la secreción vaginal se realiza tomando una muestra de la secreción presente en la glándula de Bartolino. Esta muestra se envía a un laboratorio para su análisis, donde se identificará la bacteria causante de la infección. Esto es importante para determinar el tratamiento adecuado, ya que algunas bacterias pueden ser resistentes a ciertos antibióticos.
En casos más complejos o recurrentes, el médico puede solicitar pruebas de imagen, como una ecografía, para evaluar el tamaño y la extensión del absceso. Esto puede ayudar a determinar si se requiere un drenaje quirúrgico.
En resumen, el diagnóstico de la bartolinitis se basa en la evaluación clínica, los síntomas y los antecedentes médicos de la paciente, así como en pruebas adicionales como el cultivo de la secreción vaginal y, en algunos casos, pruebas de imagen.