La enfermedad de Caroli es una rara enfermedad congénita del hígado que afecta a los conductos biliares. Recibe su nombre en honor al médico italiano Carlo Caroli, quien describió por primera vez esta condición en 1958. Se caracteriza por la dilatación de los conductos biliares intrahepáticos, lo que provoca la formación de quistes y la obstrucción del flujo de la bilis.
La enfermedad de Caroli puede presentarse de dos formas: simple o asociada a otras anomalías hepáticas. En la forma simple, los quistes se encuentran únicamente en los conductos biliares y no hay otras complicaciones. Sin embargo, en la forma asociada, pueden presentarse malformaciones en los riñones, el bazo y los vasos sanguíneos del hígado.
Los síntomas de esta enfermedad pueden variar, pero generalmente incluyen dolor abdominal, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fiebre y malestar general. Además, los pacientes con enfermedad de Caroli tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones hepáticas recurrentes y cálculos biliares.
El diagnóstico de la enfermedad de Caroli se realiza mediante pruebas de imagen, como ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad y puede incluir medicamentos para controlar los síntomas, cirugía para drenar los quistes o, en casos más graves, trasplante de hígado.
Aunque la enfermedad de Caroli es una condición poco común, es importante conocer su historia y síntomas para poder diagnosticarla y tratarla adecuadamente. La investigación médica continúa avanzando en el estudio de esta enfermedad para mejorar su diagnóstico y tratamiento.