El hipo crónico, también conocido como hipo persistente, es una condición en la que una persona experimenta episodios recurrentes de hipo durante un período prolongado de tiempo, generalmente más de 48 horas. Aunque el hipo crónico es menos común que el hipo agudo, puede ser bastante molesto y afectar la calidad de vida de una persona. Las causas del hipo crónico pueden variar y a menudo son multifactoriales.
Una de las causas más comunes del hipo crónico es la irritación o estimulación constante del nervio frénico, que es el nervio principal que controla el diafragma, el músculo principal involucrado en la respiración. Esta irritación puede ser el resultado de una variedad de factores, como trastornos gastrointestinales, como el reflujo ácido o la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). La irritación del nervio frénico también puede ser causada por tumores o lesiones en el cuello o el tórax.
Otra posible causa del hipo crónico es la disfunción del diafragma en sí mismo. El diafragma puede debilitarse o dañarse debido a enfermedades neuromusculares, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o la distrofia muscular. Estas condiciones pueden afectar la capacidad del diafragma para contraerse y relajarse adecuadamente, lo que puede provocar hipo crónico.
Además, ciertos medicamentos pueden desencadenar o contribuir al hipo crónico. Algunos ejemplos incluyen medicamentos para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central, como la epilepsia o la esquizofrenia. Estos medicamentos pueden afectar el equilibrio de los neurotransmisores en el cerebro, lo que puede alterar la función del diafragma y provocar hipo crónico.
El estrés y la ansiedad también pueden desencadenar episodios de hipo crónico. El estrés crónico puede afectar el sistema nervioso y desencadenar una respuesta de lucha o huida, lo que puede alterar la función del diafragma y causar hipo persistente. Además, la ansiedad puede provocar una respiración rápida y superficial, lo que también puede contribuir al hipo crónico.
En algunos casos, el hipo crónico puede ser un síntoma de una afección subyacente más grave, como un trastorno del sistema nervioso central o un trastorno metabólico. Por ejemplo, la esclerosis múltiple o la encefalitis pueden afectar los centros de control del hipo en el cerebro y provocar hipo crónico. Del mismo modo, los trastornos metabólicos, como la insuficiencia renal o la diabetes descompensada, pueden alterar los niveles de electrolitos en el cuerpo y desencadenar episodios de hipo persistente.
En resumen, las causas del hipo crónico pueden ser diversas y multifactoriales. Desde irritación del nervio frénico debido a trastornos gastrointestinales, hasta disfunción del diafragma debido a enfermedades neuromusculares, medicamentos, estrés o ansiedad, y afecciones subyacentes más graves, como trastornos del sistema nervioso central o trastornos metabólicos. Si una persona experimenta hipo crónico, es importante buscar atención médica para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.