No te agobies, te acostumbrarás.
Busca tus pequeños trucos para abrigarte, existen artilugios que dan calor solo con apretarlos, bolsas de agua caliente, ropa térmica... Con el tiempo aprenderás cómo mantener una temperatura adecuada para que no aparezcan los síntomas.
Cuando tengas momentos de bajón, que seguramente los tendrás, apóyate en gente cercana. Es duro saber que tus amigos se van a la piscina y tú no puedes bañarte, pero piensa que puedes ir con ellos y disfrutar de la tarde igual. Intenta que la alergia al frío te limite lo menos posible en tu vida, eres tú quien la maneja a ella.
Mucho ánimo en lo que vendrá, y si necesitas apoyo aquí estaremos.