El Síndrome de Dejerine-Sottas es una enfermedad neuromuscular hereditaria que afecta los nervios periféricos, causando debilidad muscular progresiva y pérdida de la sensibilidad. Los síntomas de esta enfermedad pueden variar en severidad y pueden manifestarse desde la infancia temprana hasta la adolescencia.
Uno de los síntomas más comunes del Síndrome de Dejerine-Sottas es la debilidad muscular, que puede afectar tanto a las extremidades superiores como a las inferiores. Esta debilidad puede dificultar el movimiento y provocar dificultades para caminar, subir escaleras o realizar actividades diarias. Además, los músculos pueden volverse más delgados debido a la falta de uso.
Otro síntoma característico es la pérdida de la sensibilidad, especialmente en las extremidades. Esto puede manifestarse como una disminución en la capacidad de sentir el tacto, la temperatura o el dolor. Además, los pacientes pueden experimentar sensaciones anormales como hormigueo, entumecimiento o sensación de ardor.
El Síndrome de Dejerine-Sottas también puede afectar el sistema nervioso autónomo, que controla funciones involuntarias como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la digestión. Esto puede provocar problemas como hipotensión ortostática, dificultad para regular la temperatura corporal o problemas gastrointestinales.
Además de estos síntomas principales, los pacientes con esta enfermedad pueden presentar deformidades óseas, como escoliosis o pie equino, que pueden afectar aún más su movilidad. También pueden experimentar retraso en el desarrollo motor y dificultades en el habla.
Es importante destacar que los síntomas pueden variar ampliamente entre los pacientes y que la progresión de la enfermedad también puede ser diferente en cada caso. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes sean evaluados y seguidos por especialistas en neurología para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.