diagnóstico de distonía es clínico, es decir, se basa en los síntomas y signos que presenta el paciente y su evolución.
No existe ninguna prueba complementaria que confirme o revoque el diagnóstico de distonía.
El primer paso es acudir a un neurólogo que debe realizar una detallada historia personal y familiar del paciente, que incluya antecedentes farmacológicos (descartar la distonía secundaria a fármacos), factores desencadenantes y una descripción detallada de los síntomas.
Se complementa con la realización de un electromiograma y electroneurograma.