La intolerancia a la Fructosa es un problema del intestino. Se debe a que tu intestino no tiene la encima necesaria para transportar el monosacárido, y por eso, se queda la fructosa en tu intestino abandonado, y se tienen que hacer cargo de ella unas bacterias que lo digieren produciendo gases. NO es para nada contagiosa. Es un problema personal y de cada intestino.