La enfermedad trofoblástica gestacional (ETG) es un grupo de trastornos que se caracterizan por el crecimiento anormal de las células que se desarrollan en la placenta durante el embarazo. Estos trastornos pueden incluir la mola hidatiforme completa o parcial, el coriocarcinoma, la mola invasiva y la enfermedad trofoblástica persistente.
La ETG puede presentarse de diferentes maneras y los síntomas pueden variar según el tipo de trastorno. Sin embargo, hay algunos signos comunes que pueden indicar la presencia de ETG. Estos incluyen:
1. Sangrado vaginal anormal: El sangrado vaginal es un síntoma común de la ETG. Puede ser de color rojo brillante o marrón y puede variar en cantidad. Si experimentas sangrado vaginal durante el embarazo, es importante que consultes a un médico.
2. Náuseas y vómitos persistentes: La ETG puede causar náuseas y vómitos intensos, similares a los experimentados durante el embarazo normal. Sin embargo, en la ETG, estos síntomas pueden ser más severos y persistentes.
3. Aumento rápido del tamaño del útero: En algunos casos de ETG, el útero puede crecer más rápido de lo esperado para el período de gestación. Esto puede ser un signo de que algo no está bien y debe ser evaluado por un médico.
4. Presión arterial alta: La ETG puede causar hipertensión gestacional, lo que significa que la presión arterial de una mujer embarazada es más alta de lo normal. Esto puede ser detectado durante los controles prenatales regulares.
5. Ausencia de movimientos fetales: Si has sentido movimientos fetales regulares y de repente dejan de sentirse, esto puede ser un signo de ETG. La falta de movimientos fetales debe ser evaluada por un médico de inmediato.
6. Dolor en la parte baja del abdomen: Algunas mujeres con ETG pueden experimentar dolor en la parte baja del abdomen. Este dolor puede ser agudo o sordo y puede ser constante o intermitente.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a un médico de inmediato. El diagnóstico de la ETG se realiza a través de pruebas médicas, como análisis de sangre para medir los niveles de hormona del embarazo (gonadotropina coriónica humana o hCG), ecografías y biopsias del tejido placentario.
Es fundamental recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados lo antes posible para garantizar la salud de la madre y del feto. El tratamiento de la ETG puede incluir la extirpación quirúrgica del tejido anormal, la quimioterapia y el seguimiento médico regular.
En resumen, la ETG puede presentarse con diversos síntomas, como sangrado vaginal anormal, náuseas y vómitos persistentes, aumento rápido del tamaño del útero, presión arterial alta, ausencia de movimientos fetales y dolor en la parte baja del abdomen. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a un médico de inmediato para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.