La prevalencia del Síndrome pulmonar por hantavirus varía según la región geográfica y las condiciones ambientales. Este síndrome es una enfermedad transmitida por roedores que puede causar una infección grave en los pulmones. Aunque es considerada una enfermedad rara, se han reportado brotes en diferentes países, especialmente en áreas rurales. La prevalencia exacta es difícil de determinar debido a la falta de reportes sistemáticos en muchas regiones. Sin embargo, se estima que la incidencia anual global es de alrededor de 0.1 a 0.6 casos por cada 100,000 personas. Es importante destacar que la prevención y el control de roedores en áreas habitadas son medidas clave para reducir la transmisión de este virus.
El síndrome pulmonar por hantavirus es una enfermedad viral transmitida por roedores, especialmente ratones y ratas. La prevalencia de esta enfermedad varía según la región geográfica y las condiciones ambientales.
En América del Norte, el hantavirus más común es el virus Sin Nombre (SNV), y se ha observado una prevalencia relativamente baja. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, desde 1993 hasta 2017 se han reportado alrededor de 728 casos de síndrome pulmonar por hantavirus en el país, con una tasa de mortalidad del 36%. Estos casos se han distribuido principalmente en áreas rurales y selváticas del oeste de Estados Unidos.
En América del Sur, el hantavirus más común es el virus Andes (ANDV), y la prevalencia de la enfermedad es más alta en comparación con América del Norte. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre 1995 y 2019 se notificaron más de 3.000 casos de síndrome pulmonar por hantavirus en países como Argentina, Chile, Brasil y Uruguay. La tasa de mortalidad varía entre el 20% y el 40%, dependiendo del país y la calidad de la atención médica.
Es importante destacar que la prevalencia del síndrome pulmonar por hantavirus puede verse afectada por factores como la presencia de roedores portadores del virus, la exposición humana a sus excretas y la conciencia pública sobre la enfermedad. Además, la falta de diagnóstico adecuado y la subnotificación de casos pueden influir en la estimación real de la prevalencia de esta enfermedad. Por lo tanto, es fundamental promover la educación y la prevención para reducir la incidencia y la carga de esta enfermedad.