El Síndrome de Hunter, también conocido como mucopolisacaridosis tipo II (MPS II), es una enfermedad genética rara que afecta principalmente a los hombres. Es causada por la deficiencia o ausencia de una enzima llamada iduronato-2-sulfatasa (IDS), que es necesaria para descomponer ciertos azúcares complejos llamados mucopolisacáridos.
El síndrome de Hunter es hereditario y se transmite de forma recesiva ligada al cromosoma X. Esto significa que las mujeres son portadoras del gen defectuoso, pero generalmente no presentan síntomas de la enfermedad. Sin embargo, si una mujer portadora tiene un hijo varón, existe un 50% de probabilidad de que herede el gen defectuoso y desarrolle el síndrome de Hunter.
La deficiencia de la enzima IDS conduce a la acumulación de mucopolisacáridos en las células del cuerpo, lo que afecta el funcionamiento normal de diversos órganos y tejidos. Esta acumulación puede causar daño progresivo en el sistema respiratorio, el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central, los huesos, las articulaciones y otros órganos.
Las manifestaciones clínicas del síndrome de Hunter pueden variar ampliamente entre los afectados, pero generalmente incluyen retraso en el desarrollo, deformidades esqueléticas, agrandamiento del hígado y el bazo, dificultades respiratorias, problemas cardíacos, hernias inguinales, opacidad corneal, entre otros síntomas.
La gravedad de la enfermedad también puede variar, desde formas leves hasta formas severas que pueden ser potencialmente mortales. La progresión de la enfermedad y la gravedad de los síntomas pueden depender de la cantidad residual de la enzima IDS presente en el organismo.
En resumen, el síndrome de Hunter es causado por la deficiencia de la enzima IDS debido a una mutación genética. Esta deficiencia lleva a la acumulación de mucopolisacáridos en el cuerpo, lo que resulta en daño progresivo en varios órganos y tejidos. La enfermedad es hereditaria y se transmite de forma recesiva ligada al cromosoma X. La comprensión de las causas subyacentes del síndrome de Hunter es fundamental para el diagnóstico temprano y el manejo adecuado de esta enfermedad rara.