La onfalitis del recién nacido es una infección que afecta el cordón umbilical de los recién nacidos. El cordón umbilical es la estructura que conecta al bebé con la placenta durante el embarazo y se corta poco después del nacimiento. Normalmente, el cordón umbilical se seca y cae por sí solo en un período de tiempo que varía entre 7 y 21 días. Sin embargo, en algunos casos, puede ocurrir una infección en el área del ombligo.
La onfalitis puede ser causada por diferentes tipos de bacterias, como estafilococos o estreptococos, que ingresan al cordón umbilical a través de una mala higiene o por contacto con sustancias contaminadas. Los síntomas de la onfalitis pueden incluir enrojecimiento, inflamación, secreción de pus, mal olor y fiebre. En casos más graves, la infección puede extenderse hacia la piel circundante o incluso al torrente sanguíneo, lo que puede poner en peligro la vida del recién nacido.
El tratamiento de la onfalitis generalmente implica la administración de antibióticos para combatir la infección. Además, se debe mantener una buena higiene en el área del ombligo, limpiándola suavemente con agua y jabón neutro. Es importante evitar el uso de productos irritantes o alcohol en el cordón umbilical, ya que pueden retrasar la cicatrización.
Prevenir la onfalitis es fundamental y se logra siguiendo prácticas adecuadas de higiene. Esto incluye lavarse las manos antes de tocar el cordón umbilical, mantenerlo seco y limpio, y evitar la exposición a sustancias contaminantes. Además, es esencial que el personal médico y los cuidadores estén capacitados en la correcta manipulación y cuidado del cordón umbilical.
En resumen, la onfalitis del recién nacido es una infección del cordón umbilical que puede ser causada por bacterias. Es importante detectarla y tratarla a tiempo para evitar complicaciones. La prevención a través de una buena higiene es clave para evitar esta infección.