El Síndrome de Descamación Cutánea, también conocido como Síndrome de Stevens-Johnson (SSJ), es una enfermedad rara y potencialmente mortal que afecta principalmente a la piel y las membranas mucosas. Fue descrito por primera vez en 1922 por Albert Mason Stevens y Frank Chambliss Johnson, dos dermatólogos estadounidenses.
La historia de este síndrome comienza con la observación de varios casos de pacientes que presentaban una reacción cutánea grave y progresiva, caracterizada por ampollas, erosiones y descamación de la piel. Los primeros informes se centraron en la descripción de las lesiones cutáneas y su relación con la exposición a ciertos medicamentos.
En la década de 1950, se estableció una asociación entre el uso de algunos antibióticos, como la sulfonamida y la penicilina, y el desarrollo del SSJ. Sin embargo, no fue hasta la década de 1960 que se comenzó a reconocer el SSJ como una entidad clínica distinta.
En 1967, el dermatólogo japonés Ryozo Azukizawa describió una forma más grave de la enfermedad, conocida como Necrólisis Epidérmica Tóxica (NET), que se caracteriza por una descamación cutánea extensa y una alta tasa de mortalidad. A partir de entonces, el SSJ y la NET se consideraron parte de un espectro clínico, con el SSJ como forma más leve y la NET como la forma más grave.
A medida que se fue acumulando más evidencia sobre la relación entre ciertos medicamentos y el SSJ/NET, se identificaron otros factores de riesgo, como infecciones virales, enfermedades autoinmunes y predisposición genética. Se descubrió que ciertos genes, como el HLA-B*1502, estaban asociados con un mayor riesgo de desarrollar SSJ/NET en respuesta a ciertos medicamentos, como la carbamazepina.
En la década de 1990, se estableció un sistema de clasificación para el SSJ/NET, conocido como el "Score de Bastuji-Garin", que permite evaluar la gravedad de la enfermedad y predecir el pronóstico del paciente. Este sistema se basa en la extensión de las lesiones cutáneas, la presencia de afectación de las mucosas y la presencia de ciertos síntomas sistémicos.
A lo largo de los años, se han realizado avances significativos en el tratamiento del SSJ/NET. Se ha demostrado que la suspensión inmediata del medicamento desencadenante, el manejo de las complicaciones y el apoyo médico especializado son fundamentales para mejorar el pronóstico y reducir la mortalidad.
En resumen, la historia del Síndrome de Descamación Cutánea es una evolución de la observación clínica y la investigación científica. Desde su descripción inicial en la década de 1920, se ha avanzado en la comprensión de los factores de riesgo, la fisiopatología y el manejo de esta enfermedad potencialmente mortal. Aunque sigue siendo una condición rara, el conocimiento acumulado ha permitido mejorar el diagnóstico y el tratamiento, brindando mejores perspectivas para los pacientes afectados.