Claro que se puede ser feliz. No es fácil, tampoco para los familiares, pero se va aprendiendo a pasos agigantados cómo vivir en esa nueva realidad que trae muchos retos pero también mucha felicidad.
Lo que hay que hacer... No rendirse nunca, amar a tus familiares y aprender a ser feliz con ellos, dan muchos motivos para ello.
Y para ayudarlos a ellos a ser felices, apoyarlos en todo, ponerles retos pero también facilidades, comprenderlos.