Uno puede absolutamente ser feliz con esta condición. Una vez que el tumor se extirpa, los pacientes suelen tener relativamente pocos problemas después. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar efectos tardíos del propio tumor, tales como el intestino o la disfunción de la vejiga y otros daños en los nervios. En este caso, lo mejor es consultar con un médico. Aunque puede haber después de efectos, son totalmente manejables y, en definitiva, es posible llevar una vida normal.