El Síndrome de Sanfilippo, también conocido como mucopolisacaridosis tipo III (MPS III), es una enfermedad genética rara y progresiva que afecta al metabolismo de los mucopolisacáridos. Se caracteriza por la acumulación de sustancias llamadas glucosaminoglicanos (GAG) en diferentes tejidos del cuerpo, lo que provoca daño en órganos y sistemas.
Esta enfermedad se hereda de forma autosómica recesiva, lo que significa que ambos padres deben ser portadores del gen defectuoso para que su descendencia desarrolle la enfermedad. El gen responsable de la síntesis de una enzima llamada heparán sulfato sulfatasa (SGSH) está mutado en los pacientes con Síndrome de Sanfilippo, lo que resulta en la acumulación de GAG en las células.
El Síndrome de Sanfilippo se presenta en la infancia, generalmente entre los 2 y 6 años de edad. Los síntomas iniciales pueden variar, pero incluyen retraso en el desarrollo y deterioro cognitivo progresivo. Los niños afectados pueden experimentar problemas de comportamiento, hiperactividad, dificultades en el habla y trastornos del sueño. Con el tiempo, la enfermedad afecta el sistema nervioso central, lo que conduce a la pérdida de habilidades motoras, convulsiones, problemas de audición y visión, y deterioro cognitivo severo.
Desafortunadamente, no existe una cura para el Síndrome de Sanfilippo en la actualidad. El tratamiento se centra en el manejo de los síntomas y en mejorar la calidad de vida de los pacientes. Esto puede incluir terapia física y ocupacional, medicamentos para controlar los síntomas conductuales y convulsiones, y atención multidisciplinaria para abordar las necesidades médicas y psicosociales de los pacientes y sus familias.
La investigación científica sobre el Síndrome de Sanfilippo está en curso, y se están explorando diferentes enfoques terapéuticos. Entre ellos se encuentran la terapia génica, que busca reemplazar el gen defectuoso con una copia funcional, y la terapia de reemplazo enzimático, que consiste en administrar la enzima faltante a través de infusiones regulares. Estos enfoques prometedores podrían ofrecer esperanza para el futuro tratamiento de esta enfermedad devastadora.
En resumen, el Síndrome de Sanfilippo es una enfermedad genética rara y progresiva que afecta el metabolismo de los mucopolisacáridos. Se caracteriza por la acumulación de GAG en diferentes tejidos del cuerpo, lo que provoca daño en órganos y sistemas. Aunque no hay cura en la actualidad, el manejo de los síntomas y la investigación científica ofrecen esperanza para mejorar la calidad de vida de los pacientes en el futuro.