Para vivir con escoliosis simplemente tienes que llevar una vida medianamente tranquila, intentar no hacer demasiados esfuerzos físicos y sobre todo y muy importante, no cargar con peso.
Se puede ser feliz con escoliosis ¡claro que sí! Todo se trata de aptitud, aceptarlo y seguir adelante. Estar siempre abierto a nuevas opciones de vida, adaptarse a sus limitaciones. Vas a seguir haciendo lo que hacías solo que de una manera un tanto diferente.