Antibióticos. Los niños con anemia de células falciformes pueden comenzar a tomar penicilina antibiótica a los 2 meses de edad, aproximadamente, y seguir tomándola hasta los 5 años. Hacerlo ayuda a prevenir infecciones, como la neumonía, que pueden poner en riesgo la vida de un bebé o de un lactante que tiene anemia de células falciformes.
En la adultez, si te han extirpado el bazo o si has tenido neumonía, tal vez debas tomar penicilina durante toda tu vida.
Analgésicos. Para aliviar el dolor durante una crisis de anemia de células falciformes, el médico puede recetarte analgésicos.
Hidroxiurea (Droxia, Hydrea). Cuando se toma diariamente, la hidroxiurea disminuye la frecuencia de las crisis dolorosas y puede reducir la necesidad de transfusiones de sangre y de hospitalizaciones. Al parecer, la hidroxiurea funciona mediante la estimulación de la producción de hemoglobina fetal, un tipo de hemoglobina que se encuentra en los recién nacidos y que ayuda a prevenir la formación de células falciformes.