La Corea de Sydenham, también conocida como corea reumática, es un trastorno neurológico poco común que se caracteriza por movimientos involuntarios y descoordinados de los músculos del cuerpo. Esta condición generalmente se desarrolla como una complicación de la fiebre reumática, una enfermedad inflamatoria que afecta principalmente al corazón, las articulaciones, la piel y el sistema nervioso.
La fiebre reumática es causada por una infección bacteriana estreptocócica no tratada o mal tratada, como la faringitis estreptocócica. Aunque la fiebre reumática puede afectar a personas de todas las edades, la Corea de Sydenham es más común en niños y adolescentes, especialmente en niñas.
Los síntomas de la Corea de Sydenham pueden variar en intensidad y duración. Los movimientos involuntarios suelen afectar principalmente las extremidades, la cara y la lengua, y pueden ser rápidos y bruscos o lentos y ondulantes. Estos movimientos pueden interferir con las actividades diarias normales y afectar la capacidad de una persona para caminar, hablar y realizar tareas motoras finas.
Además de los movimientos involuntarios, la Corea de Sydenham puede estar acompañada de otros síntomas, como cambios de humor, dificultades para concentrarse, irritabilidad, ansiedad y trastornos del sueño. Estos síntomas pueden afectar la calidad de vida de los pacientes y pueden persistir durante semanas o meses.
El diagnóstico de la Corea de Sydenham se basa en la historia clínica del paciente, los síntomas y la exclusión de otras posibles causas de movimientos anormales. Los análisis de sangre pueden ayudar a confirmar la presencia de una infección estreptocócica reciente, y las pruebas de imagen cerebral pueden descartar otras enfermedades neurológicas.
El tratamiento de la Corea de Sydenham se centra en controlar los síntomas y tratar la infección subyacente. Los medicamentos antiepilépticos, como la carbamazepina y el ácido valproico, pueden ayudar a reducir los movimientos involuntarios. Los corticosteroides también pueden ser utilizados en casos graves. Además, se pueden recetar antibióticos para tratar la infección estreptocócica y prevenir futuros brotes.
Es importante destacar que la mayoría de los casos de Corea de Sydenham se resuelven por sí solos con el tiempo. Sin embargo, en algunos casos, los síntomas pueden persistir durante meses o incluso años. El manejo a largo plazo puede requerir terapia física, ocupacional y del habla para ayudar a mejorar la función motora y controlar los movimientos involuntarios.
En resumen, la Corea de Sydenham es un trastorno neurológico que se desarrolla como una complicación de la fiebre reumática. Se caracteriza por movimientos involuntarios y descoordinados de los músculos del cuerpo, que pueden afectar la calidad de vida de los pacientes. El diagnóstico se basa en la historia clínica, los síntomas y las pruebas de laboratorio, y el tratamiento incluye medicamentos para controlar los síntomas y tratar la infección subyacente.