El tracoma es una enfermedad ocular infecciosa crónica que afecta principalmente a las personas que viven en condiciones de pobreza y falta de acceso a servicios básicos de salud. Es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis y se transmite de persona a persona a través del contacto directo con las secreciones oculares o nasales de individuos infectados.
Esta enfermedad puede tener graves consecuencias si no se trata adecuadamente. Afecta principalmente a los párpados y a la conjuntiva, la capa delgada y transparente que recubre la parte blanca del ojo. El tracoma se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva y la formación de pequeñas protuberancias en el interior del párpado, conocidas como folículos. Con el tiempo, estos folículos pueden causar cicatrices en la conjuntiva y en el párpado, lo que puede llevar a la deformación de los párpados y a la inversión de las pestañas. Esta condición, conocida como entropión, puede provocar que las pestañas rocen constantemente la córnea, causando dolor, irritación y daño en el tejido ocular. Si no se trata, el tracoma puede llevar a la ceguera.
El tracoma es más común en áreas con condiciones de higiene deficientes y acceso limitado a agua potable y saneamiento básico. También se asocia con la falta de educación sobre prácticas de higiene personal y el uso compartido de toallas y otros objetos personales.
Afortunadamente, el tracoma se puede prevenir y tratar. Las medidas de prevención incluyen la promoción de la higiene facial y ocular, el acceso a agua y saneamiento adecuados, así como el tratamiento masivo con antibióticos para eliminar la infección en las comunidades afectadas. Además, la cirugía correctiva puede ser necesaria en casos avanzados de tracoma para corregir las deformidades de los párpados y evitar el daño ocular adicional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones internacionales están trabajando para eliminar el tracoma como problema de salud pública en todo el mundo. Se han implementado programas de control y prevención en países afectados, incluyendo la distribución masiva de antibióticos, la promoción de prácticas de higiene y la capacitación de personal de salud local.
En resumen, el tracoma es una enfermedad ocular infecciosa crónica que puede llevar a la ceguera si no se trata adecuadamente. Afecta principalmente a las personas que viven en condiciones de pobreza y falta de acceso a servicios básicos de salud. Sin embargo, con la implementación de medidas de prevención y tratamiento, es posible eliminar el tracoma como problema de salud pública y evitar su impacto devastador en las comunidades más vulnerables.