La esperanza de vida con Comunicación Interventricular (CIV) puede variar dependiendo de varios factores, como la gravedad de la condición, la edad del paciente, la presencia de otras enfermedades y el tratamiento recibido. La CIV es un defecto cardíaco congénito en el cual existe un agujero en la pared que separa los dos ventrículos del corazón.
En casos leves de CIV, donde el agujero es pequeño y no causa síntomas significativos, la esperanza de vida puede ser prácticamente normal. Estos pacientes pueden llevar una vida plena y saludable sin necesidad de tratamiento adicional.
Sin embargo, en casos más graves de CIV, donde el agujero es grande y causa síntomas como dificultad para respirar, fatiga y problemas de crecimiento, la esperanza de vida puede verse afectada. Estos pacientes pueden requerir intervención médica o quirúrgica para cerrar el agujero y mejorar la función cardíaca.
El tratamiento de la CIV puede incluir medicamentos para controlar los síntomas y prevenir complicaciones, así como cirugía para cerrar el agujero. La cirugía puede realizarse a través de técnicas tradicionales de cirugía a corazón abierto o mediante procedimientos menos invasivos, como la cateterización cardíaca.
En general, con el tratamiento adecuado, la esperanza de vida de los pacientes con CIV ha mejorado significativamente en las últimas décadas. Muchos pacientes pueden llevar una vida normal y saludable después de recibir el tratamiento adecuado.
Es importante destacar que cada caso es único y que la esperanza de vida puede variar. Es fundamental que los pacientes con CIV sean evaluados y tratados por un equipo médico especializado en cardiología pediátrica o cardiología congénita para recibir el mejor cuidado posible.