volver a mirar el mundo de frente

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Tengo Distonía Cervical diagnosticada hace 4 años. Mi historia comienza en el año 2012; ese año entré a la Universidad a estudiar Pedagogía. Estaba llena de ilusiones y llena de vida, pero al poco tiempo, mi postura del cuello y la cabeza cambió y nunca más volvió a ser la misma; mi cuello poco a poco se fue doblando y mi cabeza se inclinó hacia el lado derecho. Con el paso de los años la situación fue empeorando más y más. 

En el transcurso de ese tiempo viví situaciones muy dolorosas, como el aislamiento social y el rechazo familiar. En realidad, todos pensaban que yo misma, por algún problema psicológico, me causaba una postura anormal. Fueron muy pocas las personas que me acompañaron en este proceso.

En el año 2014 visité por primera vez una neuróloga, ella me diagnosticó Distonía Cervical y me explicó que el tratamiento en Chile es de alto costo, y que lamentablemente tendría que inyectarme toxina botulínica por el resto de mi vida. Conversé con mi familia pero ellos decidieron no ayudarme porque el tratamiento era "muy costoso".

llegó el año 2016 y mi cabeza ya estaba totalmente torcida, pero ahora hacia arriba, mi columna encorvada y el dolor era cada vez más insoportable.

Apenas podía caminar y las tareas cotidianas más simples me resultaban casi imposibles de realizar. No soporté más y caí en una depresión que estaba por vencerme. Intenté suicidarme 3 veces, y en una de esas veces casi lo logro. Lo positivo fue que mi familia por fin entendió que yo estaba enferma y que debían ayudarme.

Mis padres decidieron costear mi tratamiento.

Busqué la mejor doctora especialista en el tema y en diciembre del año 2016 me inyectaron Botox. 2 semanas después mi vida cambió; por primera vez en años pude ver el mundo de frente, mi cuello estaba derecho y mi postura mucho mejor.

Actualmente, mi vida volvió a la normalidad. Ya nadie me observa ni murmura sobre mi condición porque simplemente no se nota. Estoy a 2 meses de terminar mi carrera y ser Profesora. Planeo mudarme de ciudad e iniciar una nueva vida junto a mi pareja; el fue la única persona que nunca me abandonó, sobre todo en estos años tan difíciles. Si no fuera por su apoyo, probablemente yo no estaría contando esta historia. 

Muchas gracias por todo Jorge, estaré eternamente agradecida contigo.