La Enfermedad Degenerativa de Disco (EDD) es una afección que afecta los discos intervertebrales de la columna vertebral, lo que puede causar dolor y limitaciones en la movilidad. En general, el ejercicio regular es beneficioso para la salud en general, pero en el caso de personas con EDD, es importante tomar ciertas precauciones.
En primer lugar, es fundamental consultar con un médico o especialista en columna vertebral antes de comenzar cualquier programa de ejercicio. El profesional podrá evaluar la condición específica de la persona y brindar recomendaciones personalizadas.
En términos generales, los ejercicios de bajo impacto y sin carga son los más recomendables para las personas con EDD. Estos incluyen actividades como la natación, el ciclismo, el yoga y el Pilates. Estos deportes ayudan a fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad sin ejercer una presión excesiva sobre los discos intervertebrales.
En cuanto a la frecuencia e intensidad, es importante comenzar lentamente y aumentar gradualmente la duración y la intensidad de los ejercicios. Es recomendable realizar al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana, distribuidos en varios días. Sin embargo, esto puede variar según las necesidades individuales y las recomendaciones médicas.
Es fundamental escuchar al cuerpo y evitar cualquier ejercicio que cause dolor o malestar. Si se experimenta dolor durante o después del ejercicio, es importante detenerse y consultar con un médico.
En resumen, el ejercicio regular puede ser beneficioso para las personas con EDD, siempre y cuando se realice con precaución y bajo la supervisión de un profesional de la salud. Los deportes de bajo impacto y sin carga, como la natación, el ciclismo, el yoga y el Pilates, son opciones recomendables. La frecuencia e intensidad deben adaptarse a las necesidades individuales y las recomendaciones médicas.