¿Cuáles son los síntomas de la Distrofia muscular de Duchenne?

La distrofia muscular de Duchenne (DMD) es una enfermedad genética que afecta principalmente a los hombres y se caracteriza por la debilidad muscular progresiva. Los síntomas de la DMD suelen aparecer en la infancia, generalmente entre los 3 y los 5 años de edad. A continuación, se describen algunos de los síntomas más comunes de esta enfermedad:

1. Debilidad muscular: La debilidad muscular es uno de los primeros síntomas de la DMD. Los niños afectados pueden tener dificultades para caminar, correr, subir escaleras o levantarse del suelo. A medida que la enfermedad progresa, la debilidad muscular se vuelve más evidente y afecta a otros grupos musculares, como los brazos y los músculos respiratorios.

2. Retraso en el desarrollo motor: Los niños con DMD pueden presentar un retraso en el desarrollo motor, como dificultades para gatear, sentarse o ponerse de pie. También pueden tener problemas de equilibrio y coordinación.

3. Calambres musculares: Los calambres musculares son frecuentes en los niños con DMD. Estos calambres pueden ser dolorosos y afectar a diferentes grupos musculares.

4. Pérdida de la masa muscular: A medida que la enfermedad progresa, se produce una pérdida progresiva de la masa muscular. Esto puede llevar a una apariencia física más delgada y a una disminución de la fuerza muscular.

5. Contracturas articulares: Las contracturas articulares son comunes en la DMD. Estas contracturas se producen debido a la debilidad muscular y pueden afectar a las articulaciones de las piernas, los brazos y la columna vertebral. Esto puede limitar la movilidad y causar deformidades en las articulaciones.

6. Problemas respiratorios: A medida que la enfermedad progresa, los músculos respiratorios se debilitan, lo que puede llevar a problemas respiratorios. Los niños con DMD pueden experimentar dificultades para respirar, tos débil y una mayor susceptibilidad a las infecciones respiratorias.

Es importante destacar que los síntomas y la progresión de la DMD pueden variar de un individuo a otro. Si sospechas que tu hijo puede estar afectado por esta enfermedad, es fundamental buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento adecuado.