La disautonomía y el síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS, por sus siglas en inglés) son trastornos del sistema nervioso autónomo que pueden ser difíciles de diagnosticar debido a la variedad de síntomas que presentan y a la falta de pruebas específicas. Sin embargo, existen ciertos pasos que los médicos suelen seguir para llegar a un diagnóstico.
En primer lugar, el médico realizará una evaluación médica exhaustiva, que incluirá una revisión detallada de los síntomas y la historia clínica del paciente. Es importante que el paciente proporcione información precisa y detallada sobre sus síntomas, como la frecuencia y duración de los episodios, los factores desencadenantes y cualquier patrón observado.
El médico también realizará un examen físico completo, prestando especial atención a la presión arterial y la frecuencia cardíaca en diferentes posiciones, como estar de pie o acostado. Esto se debe a que uno de los principales síntomas de la disautonomía y el POTS es un aumento significativo de la frecuencia cardíaca al estar de pie.
Además, se pueden llevar a cabo pruebas de laboratorio para descartar otras enfermedades que puedan presentar síntomas similares. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre para evaluar los niveles de hormonas tiroideas, glucosa, electrolitos y otros marcadores relevantes.
Una vez realizada la evaluación inicial, el médico puede ordenar pruebas más específicas, como la prueba de inclinación o tilt test. Durante este examen, el paciente se recuesta en una mesa que se inclina gradualmente para simular el cambio de posición de estar acostado a estar de pie. Durante el examen, se monitorea la presión arterial y la frecuencia cardíaca para detectar cambios anormales.
Otras pruebas que pueden realizarse incluyen la medición de la presión arterial en diferentes posiciones, la monitorización de la frecuencia cardíaca durante un período de tiempo prolongado y pruebas de función autonómica, como el estudio de la sudoración o el estudio de la función gastrointestinal.
Es importante destacar que el diagnóstico de la disautonomía y el POTS se basa en la combinación de los síntomas del paciente, los resultados de las pruebas y la exclusión de otras posibles causas de los síntomas. No existe una prueba definitiva para estos trastornos, por lo que el médico debe evaluar cuidadosamente todos los aspectos clínicos antes de llegar a un diagnóstico.
En resumen, el diagnóstico de la disautonomía y el síndrome de taquicardia ortostática postural implica una evaluación médica exhaustiva, un examen físico completo y la realización de pruebas específicas para descartar otras enfermedades. Aunque no existe una prueba definitiva para estos trastornos, la combinación de los síntomas del paciente y los resultados de las pruebas puede ayudar al médico a llegar a un diagnóstico preciso. Es importante buscar atención médica adecuada si se experimentan síntomas relacionados con la disautonomía o el POTS, ya que un diagnóstico temprano puede ayudar a gestionar y controlar los síntomas de manera más efectiva.