La esperanza de vida de una persona con Púrpura Trombocitopénica Idiopática (PTI) depende del tipo de enfermedad, los síntomas y la edad, sin embargo, casi todos los pacientes pueden llevar una vida completamente normal.
Está demostrado que el 80% de los niños diagnosticados con PTI experimentan una total mejoría después de seis meses, independientemente del tratamiento. Es decir, que cuanto más joven es el paciente, menor es el riesgo de desarrollar PTI crónica.
Puede que la PTI no afecte el estilo de vida de la persona diagnosticada, pero aun así se recomienda tomar ciertas precauciones ante diversos síntomas (hemorragias), y acudir al médico de forma regular.