Últimamente he sentido mareos, debilidad en los músculos, falta de concentración y hormigueo en algunas partes del cuerpo, lo que me hizo pensar que podría sufrir de esclerosis múltiple. Sin embargo, tras realizarme una resonancia magnética los resultados fueron negativos y el médico me indicó que estos síntomas pueden ser producto de mi imaginación, ¿es posible?
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y autoinmune, que afecta el Sistema Nervioso Central (SNC), compuesto por el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos.
En las fases iniciales de la esclerosis múltiple, algunas pruebas de diagnóstico, tales como la resonancia magnética, pueden dar resultados negativos y no reflejar los síntomas sensoriales que el paciente ha experimentado. Esto lleva a los médicos a creer que no existe ninguna enfermedad y que estas “señales” son producto de la ansiedad.
Los primeros síntomas de advertencia de la esclerosis múltiple se manifiestan con problemas oculares, sensitivos y motores, trayendo consigo dificultades en el equilibrio, debilidad en los músculos y extremidades, hormigueo, entumecimiento, dificultades para pensar, alteraciones en la vista, entre otros.
Sin embargo, estas molestias pueden resultar muy leves, hasta el punto de no ser detectadas por el paciente en primera instancia.
Existen otros síntomas menos comunes y que pueden presentarse a medida que la enfermedad empeora, estas se presentan en brotes o de forma progresiva e incluyen dificultad en el habla, parálisis repentina, fatiga o sensibilidad al calor.
Muchas veces, determinar un diagnóstico clínico de esclerosis múltiple puede tomar años. Pero, al ser una enfermedad que hasta la fecha no tiene cura y que su avance si puede ser retardado gracias a diferentes fármacos, lo recomendable para cualquier persona es que ante la menor sospecha de síntomas acuda a diferentes especialistas y descarte la enfermedad.