La enfermedad de Wilson es un trastorno genético hereditario que afecta el metabolismo del cobre en el cuerpo humano. Recibe su nombre en honor al médico británico Samuel Alexander Kinnier Wilson, quien describió por primera vez la enfermedad en 1912.
La enfermedad de Wilson se caracteriza por una acumulación excesiva de cobre en diversos órganos y tejidos, especialmente en el hígado, el cerebro y los ojos. Esto se debe a una mutación en el gen ATP7B, que codifica una proteína encargada de transportar el cobre fuera de las células y eliminarlo del organismo.
La acumulación de cobre en el hígado puede causar daño hepático, lo que se manifiesta con síntomas como ictericia, hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado) y problemas de coagulación. A medida que la enfermedad progresa, el cobre se libera en la sangre y se deposita en el cerebro, lo que puede dar lugar a síntomas neurológicos como temblores, rigidez muscular, dificultades para hablar y cambios en la personalidad.
En cuanto a los ojos, la acumulación de cobre puede causar una coloración verdosa en el anillo que rodea la córnea, conocido como anillo de Kayser-Fleischer. Este signo característico de la enfermedad de Wilson es detectado mediante un examen oftalmológico.
La enfermedad de Wilson es heredada de forma autosómica recesiva, lo que significa que ambos padres deben transmitir el gen mutado para que se desarrolle la enfermedad. Si un individuo hereda solo un gen mutado, se considera portador y no presenta síntomas.
El diagnóstico de la enfermedad de Wilson se realiza mediante pruebas de laboratorio que miden los niveles de cobre en la sangre y la orina, así como mediante estudios genéticos para identificar la mutación en el gen ATP7B.
El tratamiento de la enfermedad de Wilson se basa en la reducción de los niveles de cobre en el organismo. Esto se logra mediante la administración de medicamentos quelantes de cobre, que se unen al cobre en el cuerpo y lo eliminan a través de la orina. En casos más graves, puede ser necesaria la realización de un trasplante de hígado para reemplazar el órgano dañado.
En resumen, la enfermedad de Wilson es un trastorno genético que afecta el metabolismo del cobre en el cuerpo. La acumulación excesiva de cobre en el hígado, el cerebro y los ojos puede causar daño hepático, síntomas neurológicos y cambios en la pigmentación ocular. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio y el tratamiento incluye medicamentos quelantes de cobre y, en casos graves, trasplante de hígado.