En mi caso, el peor síntoma es la pérdida de las habilidades motoras finas. Mi escritura se había convertido completamente ilegibles, yo ya no era capaz de tocar la flauta (yo estaba en la sección de flauta líder de mi banda). Con la medicación, he recuperado gran parte de mis habilidades de motricidad fina. Todavía me toma un poco más de tiempo para escribir de manera legible, pero puedo hacerlo.
Otro muy mal síntoma fue arrebato emocional. Cada ahora y entonces, mi familia iba a ponerme de los nervios y por alguna razón me iba a reaccionar de forma exagerada y se convierten en extremadamente enojado. A falta de una mejor terminología, yo estaba viendo rojo y perdió el control. Por suerte me las arreglé para mantener el control suficiente que yo nunca daño a nadie, mientras que en este estado. De nuevo, los medicamentos para la Enfermedad de Wilson ha ayudado a reducir el número de arrebato emocional que tengo. Sin embargo, esto también puede ser debido a que he desarrollado algunos mecanismos de afrontamiento.