¿Cuáles son los síntomas del Trastorno por déficit de atención?

El Trastorno por déficit de atención (TDA) es un trastorno neuropsiquiátrico que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, la hiperactividad y la impulsividad. Los síntomas del TDA pueden variar en intensidad y presentación en cada individuo, pero generalmente se dividen en tres categorías principales: inatención, hiperactividad e impulsividad.

En cuanto a los síntomas de inatención, las personas con TDA suelen tener dificultades para prestar atención a los detalles, cometen errores por descuido en tareas escolares o laborales, tienen dificultades para mantener la concentración en tareas o actividades, parecen no escuchar cuando se les habla directamente, tienen dificultades para seguir instrucciones, pierden objetos necesarios para tareas o actividades, son fácilmente distraíbles y olvidadizos en las actividades diarias.

Por otro lado, los síntomas de hiperactividad se caracterizan por la dificultad para estar quieto o sentado, especialmente en situaciones en las que se espera que se mantenga la calma, como en el aula o en reuniones. Las personas con TDA suelen moverse en exceso, tamborilear con las manos o los pies, hablar en exceso, tener dificultades para jugar o participar en actividades tranquilas y estar constantemente en movimiento.

Finalmente, los síntomas de impulsividad se manifiestan en la dificultad para esperar el turno en situaciones de juego o en conversaciones, interrumpir o meterse en las conversaciones o actividades de otros, y tener dificultades para controlar las emociones, lo que puede llevar a reacciones exageradas o explosiones de ira.

Es importante destacar que no todas las personas con TDA presentan todos estos síntomas y que la intensidad de los mismos puede variar de una persona a otra. Además, estos síntomas deben estar presentes en varios contextos, como en el hogar, la escuela o el trabajo, y deben interferir significativamente en el funcionamiento diario de la persona para poder realizar un diagnóstico de TDA.

Además de los síntomas principales, el TDA también puede estar asociado con otros síntomas secundarios que pueden afectar la calidad de vida de la persona. Estos incluyen dificultades en la organización y planificación, problemas de memoria a corto plazo, dificultades en el manejo del tiempo, baja autoestima, problemas de relación interpersonal y dificultades académicas o laborales.

Es importante destacar que el TDA puede afectar a personas de todas las edades, aunque los síntomas pueden variar en función de la etapa de desarrollo en la que se encuentre la persona. En los niños, por ejemplo, los síntomas de hiperactividad e impulsividad suelen ser más evidentes, mientras que en los adultos, los síntomas de inatención pueden ser más predominantes.

El diagnóstico del TDA debe ser realizado por un profesional de la salud, como un médico o un psicólogo, a través de una evaluación clínica exhaustiva que incluya la recopilación de información sobre los síntomas, la historia médica y la observación del comportamiento del individuo en diferentes contextos.

En conclusión, los síntomas del Trastorno por déficit de atención pueden manifestarse en dificultades para mantener la atención, hiperactividad e impulsividad. Estos síntomas pueden variar en intensidad y presentación en cada individuo, y pueden afectar diferentes áreas de la vida diaria. Es importante buscar ayuda profesional para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento adecuado.