Actualmente no existe una cura para el autismo, pero la investigación ha demostrado que los mejores tratamientos son atención temprana y terapias basadas en la evidencia que tienen como objetivo ayudar a la persona en el desarrollo de habilidades para hacer frente a sus dificultades individuales. Esta es la razón de la detección temprana y el diagnóstico, siendo fundamentales para mejorar la vida de las personas con autismo, seguido por el acceso a la educación adaptada y servicios de apoyo adecuados para toda la vida, diseñados específicamente para la complejidad de sus necesidades. En el siguiente enlace puede consultar la Guía de buena práctica para el tratamiento de los trastornos del espectro autista: http://www.autismo.org.es/sites/default/files/guia_tratamiento_tea.pdf