La prevalencia de la Fiebre Mediterránea Familiar (FMF) varía según las poblaciones estudiadas. Se estima que afecta principalmente a personas de ascendencia mediterránea, especialmente en países como Turquía, Israel, Armenia y otros países del norte de África. En estas poblaciones, la prevalencia puede oscilar entre 1 de cada 200 a 1 de cada 1,000 individuos. Sin embargo, es importante destacar que la FMF también puede presentarse en personas de otras etnias. La enfermedad es hereditaria y se transmite de forma autosómica recesiva, lo que significa que ambos padres deben portar el gen mutado para que sus hijos la desarrollen.
La Fiebre Mediterránea Familiar (FMF) es una enfermedad genética que se caracteriza por episodios recurrentes de fiebre, dolor abdominal, dolor en el pecho y artritis. Aunque se considera una enfermedad rara, su prevalencia varía según la población estudiada.
La FMF se ha descrito principalmente en personas de ascendencia mediterránea, especialmente en aquellos de origen armenio, judío sefardí, turco y árabe. En estas poblaciones, la prevalencia de la FMF puede ser relativamente alta, llegando a afectar hasta el 1-2% de la población.
Sin embargo, la FMF también se ha observado en otras poblaciones étnicas, aunque con una menor frecuencia. En estas poblaciones, la prevalencia de la FMF puede ser mucho más baja, afectando a menos del 0.1% de la población.
Es importante destacar que la FMF es una enfermedad hereditaria autosómica recesiva, lo que significa que ambos padres deben ser portadores del gen mutado para que un individuo desarrolle la enfermedad. Esto explica por qué la prevalencia de la FMF puede variar según la población estudiada.
Además, se ha observado que la prevalencia de la FMF puede variar incluso dentro de una misma población étnica. Esto se debe a que existen diferentes mutaciones en el gen MEFV, que es el responsable de la enfermedad. Algunas mutaciones son más comunes en ciertas poblaciones, lo que puede influir en la prevalencia de la FMF en esas poblaciones específicas.
Es importante destacar que la FMF puede ser subdiagnosticada o mal diagnosticada, lo que puede dificultar la determinación precisa de su prevalencia. Muchos pacientes pueden presentar síntomas leves o atípicos, lo que puede llevar a un retraso en el diagnóstico o a un diagnóstico erróneo. Además, la FMF puede ser confundida con otras enfermedades inflamatorias, lo que también puede afectar la precisión de los datos de prevalencia.
En resumen, la prevalencia de la Fiebre Mediterránea Familiar varía según la población estudiada. En las poblaciones de ascendencia mediterránea, la prevalencia puede ser relativamente alta, mientras que en otras poblaciones étnicas puede ser mucho más baja. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la FMF puede ser subdiagnosticada o mal diagnosticada, lo que puede afectar la precisión de los datos de prevalencia.