Cuando en la consulta clínica oftalmológica el paciente no alcance a ver bien las letras del cartel, lo primero que hará el médico a cargo será realizarle un estudio de fondo de ojo. Si bien es posible que las lesiones maculares hagan aparición en esta instancia, esto no es lo más usual debido a que el ojo con Stargardt ve mal antes de que estas lesiones se vuelvan visibles y evidentes. Esto resulta en que son muchos los chicos que tardan años en arribar a un diagnóstico preciso.
Por este motivo entonces es que se hace imprescindible que -cuando ningún lente corrija la imposibilidad del paciente de alcanzar a ver bien las letras del cartel oftalmológico- el oftalmólogo indique una consulta retinológica.
Posemos confiar en los resultados de las tomografías de coherencia óptica OCT, las autofluorescencias, los campos visuales y una cantidad de estudios de los que hoy se dispone para identificar las lesiones.
Luego, en una segunda instancia, se hace imprescindible el diagnóstico molecular para saber con precisión ante que mutaciones estamos. Con una simple muestra de sangre se realizará entonces la secuenciación genética que permitirá establecer esto último.