Ponte ya, inmediatamente, en contacto con una organización de pacientes con quienes puedas compartir tus vivencias, dudas, temores, aprendizajes y luchas.
Y si no tienes cerca una organización, CRÉALA! De ese modo estarás empezando a aportar tu trabajo a la construcción futura de la cura.
Averigua todo lo inherente a tu enfermedad, educa a tu entorno educativo, social, familiar y laboral. Que todos entiendan que tienes derechos como persona con discapacidad que es imprescindible garantizarte.
Difunde tu enfermedad en el ámbito médico, no todos la conocen.
Ayuda a reclutar pacientes desde tu organización. Nunca olvides lo feo que ha sido estar por años sin diagnóstico, ayuda a la gente que aún no sabe que tiene Stargardt. La ciencia necesita que estos pacientes sean fáciles de encontrar. Juntos somos más fuertes.