Es complicado en cuanto a convivencia. Es muy difícil compartir casa con no celiacos y no enfermar habitualmente. Mi solución es: todo sin gluten para todos. Los no celiacos pueden comer con gluten fuera de casa siempre que quieran, pero en casa se cocina sin gluten por mi seguridad. Lo único que admito son cervezas con gluten en la nevera. El resto todo sin. Si puedes permitirte tener dos cocinas, entonces lo tienes más fácil que yo, pero si no... el que tiene las de perder eres tú!. Y en cuanto a comer fuera: procura preguntar siempre y asegurarte de que o tienen un sello que lo acredite, o los trabajadores del restaurante saben bien de lo que hablan. Si ves que dudan cuando les dices que no puedes tomar gluten, huye!, si tienes dudas sobre algo que hay en tu plato no lo toques y pregunta. No sería la primera vez que a pesar de avisar en la reserva y al llegar, me plantan una galleta en el postre. Ánimo porque al menos ahora todo es más fácil y la enfermedad es cada vez más conocida. Ármate de paciencia porque tendrás que explicar lo mismo cuarenta mil veces, y habrá gente que simplemente no te crea. Que piensen lo que quieran, si tienes dudas de algo, no lo comas. Si alguien moja pan en la ensalada, no comas más. Si alguien parte pan muy cerca de algún plato, no lo pruebes. Si no te apetece explicarlo dí que no quieres más, o que no te apetece.