La Esclerosis Tuberosa es una enfermedad genética que se hereda de forma autosómica dominante, lo que significa que puede ser transmitida de padres a hijos. Los genes responsables de esta enfermedad se encuentran en los cromosomas 9 y 16. Sin embargo, es importante destacar que no todos los casos de Esclerosis Tuberosa son hereditarios, ya que también puede ocurrir como resultado de una mutación espontánea en el desarrollo del feto. Por lo tanto, es recomendable que las personas con antecedentes familiares de Esclerosis Tuberosa consulten a un especialista genético para obtener más información sobre el riesgo de heredar la enfermedad.
La Esclerosis Tuberosa (ET) es una enfermedad genética rara que se caracteriza por el crecimiento de tumores benignos en varios órganos del cuerpo, incluyendo el cerebro, los riñones, el corazón, los pulmones y la piel. La ET es causada por mutaciones en los genes TSC1 y TSC2, que son responsables de la producción de las proteínas hamartina y tuberina, respectivamente.
En cuanto a la heredabilidad de la ET, se ha demostrado que la enfermedad sigue un patrón autosómico dominante, lo que significa que un solo gen mutado es suficiente para que se desarrolle la enfermedad. Esto implica que si uno de los padres tiene la mutación, existe un 50% de probabilidad de que sus hijos la hereden.
Sin embargo, es importante destacar que la ET también puede ocurrir de novo, es decir, sin antecedentes familiares de la enfermedad. En estos casos, la mutación genética ocurre espontáneamente durante la formación del óvulo o el espermatozoide, y no está presente en las células germinales de ninguno de los progenitores.
Además, la gravedad de la enfermedad puede variar significativamente de un individuo a otro, incluso entre miembros de la misma familia. Esto se debe a que existen factores adicionales, como modificaciones epigenéticas y la presencia de otras mutaciones genéticas, que pueden influir en la manifestación clínica de la ET.
En resumen, la Esclerosis Tuberosa es una enfermedad genética hereditaria que sigue un patrón autosómico dominante. Sin embargo, también puede ocurrir de novo en individuos sin antecedentes familiares de la enfermedad. La variabilidad en la gravedad de la ET puede deberse a factores adicionales que interactúan con las mutaciones genéticas responsables de la enfermedad.